El Hierro

Como muchos ya sabéis, llevamos unos meses viviendo en las Islas Canarias. Ya os hablamos en un post anterior sobre el Parque Rural de Anaga, en Tenerife, un auténtico paraíso natural Reserva de la Biosfera, que os recomendamos que leáis si aún no lo habéis hecho, porque sin duda os sorprenderá.

Pero hoy toca hablaros de El Hierro, la isla más meridional y más occidental de las Canarias. No quiero empezar a emocionarme tan pronto, pero es IMPRESIONANTE contemplar desde algunos de los caminos entre sus bosques más al sur el océano alzándose en el horizonte y ser consciente de que la frase «non plus ultra» toma todo el sentido en esta remota y pequeña isla en medio del Atlántico.

Su capital es Valverde, donde se encuentra su pequeño aeropuerto, al que llegamos desde Tenerife Norte en un vuelo de aproximadamente 35 minutos con Binter, la compañía más popular para volar entre las islas.

Es imprescindible alquilar un coche para moverse por la isla, la compañía con la que nosotros contratamos este servicio fue TransHierro, podéis ver sus tarifas aquí.

Nosotros estuvimos de visita en El Hierro un fin de semana, y si os dijera que 2 ó 3 días son suficientes para ver la isla, ¡OS MENTIRÍA!

Que sea pequeña, no quiere decir que se vea rápido. Primero, porque es una isla para disfrutar sin prisas, porque se respira paz, tranquilidad, calma, porque dan ganas de quedarse a vivir allí para poder zambullirse cada día en alguna de sus numerosas piscinas naturales, casi desiertas, bajo el intemporal calor primaveral, respirando aire puro con la piel cubierta de sal. Y segundo, porque las carreteras tienen muchas curvas y mucha pendiente, por lo que llegar de un punto a otro, por cercano que parezca, puede costarnos más tiempo de lo previsto. 

Primer día

Llegamos el primer día, viernes, temprano por la tarde, recogimos el coche en el mismo aeropuerto y nos dirigimos a La Frontera, otro de los principales núcleos urbanos de El Hierro, próximo a donde teníamos nuestro alojamiento, Casa Elvira, una casa rural en pleno Valle de El Golfo, rodeada de campos de las famosísimas y riquísimas piñas de El Hierro. La foto que encabeza este post está tomada desde uno de estos campos, para que os hagáis una idea de la claridad de los cielos de esta isla, pero de eso hablaremos más adelante.

Una vez instalados, nos dirigimos a uno de los principales supermercados de la zona, Terencio. No busquéis Mercadonas, Carrefours, Lidls o Alcampos. Terencio será vuestra tienda de referencia. Con la compra hecha y bien dispuesta en el frigorífico, nos espera la cena, así que buscamos un lugar para llenar el estómago.

De noche, pero aún no muy tarde (tened en cuenta que fuimos en enero), decidimos tomarnos unas cervezas antes de cenar, y escogemos el Restaurante Lays, donde probamos por primera vez el MOJO QUESO!! Un tipo de mojo que sólo hemos comido en El Hierro y que está increíble!! Se me hace la boca agua sólo de recordarlo… Para cenar, no muy lejos, se encuentra el Kiosco Las Puntas. No os vayáis de las Islas Canarias sin comer Lapas, por favor, y dadle una oportunidad a los vinos de la tierra, no os defraudarán.

Segundo día

¡Ya está bien de palabrería! Que hoy nos estamos enrollando demasiado. ¿Qué os parece si os enseño unas fotos de El Charco Azul? Aquí comenzó realmente nuestra ruta por El Hierro y en seguida comprenderéis por qué a estas islas se las conoce como Las Islas Afortunadas…

El Charco Azul es una de las muchas piscinas naturales que hay en El Hierro. Estas piscinas son muy típicas en las Islas Canarias, aquí se conocen con el nombre de charcos. Están situadas al borde del mar, entre rocas de lava solidificada donde rompen las olas, manteniendo así la calma en su interior, por lo que el baño es totalmente seguro en la mayoría de los casos. Además, muchas han sido adaptadas y se han instalado escalerillas o zonas llanas para facilitar el acceso y el descanso. ¡¡Una gozada!!

Nuestra siguiente parada, el Mirador de la Llanía.

Empezamos el ascenso, desde el borde del mar tomamos la carretera HI-1, poco más de 23km, pero, adivinad cuánto tiempo tardamos… ¡¡1hora y 16 minutos!! Acordaos de esto cuando tracéis vuestra ruta por El Hierro.

Como podemos ver en las fotos anteriores, eso sí, las vistas son espectaculares. Desde el Mirador de la Llanía podemos ver al fondo la isla de La Palma y en otra dirección El Teide sobresaliendo en la distancia. Es muy impresionante poder ver estas otras islas desde este punto.

Tras comprobar el tiempo que nos lleva desplazarnos, preferimos no detenernos más de lo necesario, así que arrancamos de nuevo y ponemos rumbo al Mirador de Jinama, desde donde vamos a tener unas vistas magníficas de todo el Valle del Golfo, mientras empezamos a notar cómo la vegetación se va volviendo más verde a cada paso y nos adentramos en la parte más rural y más salvaje de la isla.

Nuestra ruta incluye varios miradores, dado que estamos recorriendo la parte más alta. Desde cualquiera de ellos las vistas son impresionantes, tendréis distintos ángulos para elegir cuál es vuestro favorito. Nosotros, probablemente, nos quedaríamos con el Mirador de Isora. Ya con vistas a la parte sur de la Isla, es una de nuestras fotos favoritas de El Hierro.

El Hierro

Hora de comer

Llegados a este punto y teniendo tan cerca San Andrés, decidimos parar a comer. No lo dudéis, CASA GOYO es vuestro sitio. Hemos probado muchos Quesos Asados en Tenerife, un producto muy típico también de las islas que se sirve con miel de palma o mojos, pero el de Casa Goyo, creemos que es uno de los mejores. Aunque si venís a Tenerife, os recomendamos el de La Topa, entre estos dos estamos todavía debatiéndonos. Difícil decisión. Por cierto, que la atención en Casa Goyo es inmejorable. Tenemos que reconocer que tuvimos mucha suerte al entrar.

Continuamos

Con la panza llena, nuestro siguiente destino es el Pico Malpaso, el punto más alto de la isla, con 1501m de altitud. Imaginaos lo que supone en una isla tan pequeña. En el camino, camino de tierra para más indicaciones, nos detenemos a hacer algunas fotos, porque las vistas son chulísimas. Arena negra volcánica y los pinos verdes en contraste con la inmensidad del océano… ¡Una pasada!

Recta final

Enfilamos la recta final de este segundo día con dos de los lugares más emblemáticos y más reconocibles de El Hierro, como son el Sabinar, donde encontramos la famosísima Sabina de El Hierro, y el Faro de Orchilla, donde los franceses establecieron el meridiano cero en 1634. Posteriormente llegarían los ingleses y lo cambiarían al actual, el de Greenwich. Por ello, se conoce al Hierro como la Isla del Meridiano. Éste último punto, el Faro de Orchilla, será un lugar mágico para contemplar el atardecer. Apuntadlo en vuestra ruta. Os dejará impresionados el faro enclavado entre las megalíticas rocas de lava que dibujan el paisaje de esta parte de la isla.

Tercer día

De nuevo hacia las alturas, nos vamos al Mirador de La Peña, donde haremos estas fotos de vértigo…

El último día íbamos con el tiempo bastante justo, por la tarde teníamos que coger el vuelo de vuelta a Tenerife y antes de eso, llenar el depósito de gasolina.

Un consejo, ubicad las gasolineras con tiempo y sed previsores, no hay muchas, y con tanta cuesta y en marchas reducidas, el consumo se dispara. El día anterior, en el Mirador de Isora, nos encontramos a un turista polaco preguntándonos por una gasolinera, a punto de quedarse sin combustible.

Dicho lo cual, seguimos con nuestra ruta hacia el Árbol Garoé, el árbol sagrado para los bimbaches, los antiguos habitantes de El Hierro. Según cuenta la leyenda, las grandes hojas de este árbol eran capaces de atrapar el agua de la niebla, por lo que constituía la principal fuente de agua en toda la isla. A la llegada de los españoles, los bimbaches decidieron ocultar este secreto a los invasores con la esperanza de que, sedientos, volvieran a sus bases. A punto estuvieron de conseguirlo, cuando Agarfa, una joven isleña, enamorada de un soldado andaluz, traicionó a los suyos. En 1610, unos fuertes vientos arrasaron toda la zona y el Garoé fue arrancancado de la tierra. Tras él, los bimbaches acabaron desapareciendo por falta de agua.

(Si queréis saber algo más acerca de esta interesante historia del Garoé, echadle un vistazo a este artículo de jotdown).

Hoy, en el lugar, sólo queda un centro de interpretación, en el que paramos tan solo de paso, mientras viajábamos hacia el siguiente punto en nuestra ruta, el Pozo de las Calcosas.

Pozo de las Calcosas, El Hierro

Las vistas desde la parte alta son, sencillamente, vertiginosas. Nos hubiera encantado poder darnos un chapuzón en este charco, pero ese día hacía bastante viento, agarraos el peluquín cuando soplen los alisios… Así que después de hacer algunas fotos más, pusimos rumbo al Charco Manso, donde aprovechamos para hacer un pequeño descanso.

Y así llegamos al último punto del recorrido, Tamaduste, uno de los pueblos con más encanto de la isla. Un pequeño pueblito situado frente a un entrante de agua, una pequeña ría rematada por una playita de piedras junto a una escalinata que hace las veces de graderío donde sentarse al sol. Un punto y a parte a nuestro viaje, que nos invitaba a volver para, esta vez sí, tomárnoslo con más calma y pasar más tiempo en cualquier charquito olvidándonos del mundo.

Bonus Track

Y como ya sabéis, nos gusta añadir un bonus track a todos los posts, y esta vez no iba a ser menos.

Nuestro bonus track de hoy va dedicado a los IM-PRE-SIO-NAN-TES CIELOS CANARIOS!!!!! Si abríamos nuestro post con una fotografía circumpolar, es precisamente porque creemos que el turismo astronómico tiene un potencial enorme en estas islas. Somos unos auténticos privilegiados por disfrutar de unos cielos tan limpios, tan claros y con tan poca contaminación lumínica, que en noches sin nubes nos dejan con la boca abierta. Merece totalmente la pena hacer una escapada y olvidarse de las playas por un momento. Extended una mantita en el campo en plena noche, tumbaos y abrid bien los ojos. Disfrutaréis de un espectáculo maravilloso. Además, el clima acompaña, durante todo el año es posible salir sin mucho abrigo y no pasar nada de frío, sobre todo si estáis en zonas bajas, eso sí, ojo si vais a zonas más altas, ¡no se os ocurra subir al Teide, por ejemplo, sin una chaqueta!

Os dejamos ya con nuestra foto de despedida, con los amigos que nos acompañaron en este viaje: Kike y Lucía.

Cielos Canarios

Hasta aquí nuestro post sobre El Hierro, esperamos que os haya gustado, podéis comentarnos lo que queráis.

¡Nos vemos pronto!