Llega el verano y con él las noches claras, despejadas y sobre todo, con buen tiempo para poder salir al campo sin morir de frío en el intento y disfrutar de las estrellas. Por si esto fuera poco, da la casualidad de que en esta época del año podemos observar el centro de la Vía Láctea, haciéndola aún más espectacular que en el resto de estaciones. Así que no hay excusa para no salir y tratar de registrarla en el sensor de nuestras cámaras.
Y digo esto porque precisamente para salir a hacer esta foto hemos tenido un montón de excusas, la primera, el confinamiento, la segunda, la reciente adopción de Félix, nuestro gato (nos daba un poco de pena dejarle solo después de que se haya acostumbrado a tenernos en casa 24/7 durante más de dos meses), la tercera, las últimas semanas ha hecho un poco de viento por el Teide, de hecho, tenemos fotos que lo demuestran:
Pero sin duda, teníamos una razón imperiosa para subir: estas impresionantes plantas, los tajinastes. Este arbusto endémico de Canarias florece entre los meses de mayo y junio, por lo que, si queríamos fotografiar uno en flor, no podíamos dejar pasar más tiempo. Así que, haciendo de tripas corazón, una noche dejamos a Félix solo en casa, y nos subimos al Parque Nacional del Teide, donde crecen los tajinastes por doquier y donde la contaminación lumínica es prácticamente nula. Una combinación perfecta para nuestro propósito.
¡Al lío!
Aunque no tengáis tajinastes cerca, sé que muchos ya estáis deseando salir a probar vuestra pericia capturando estrellas en las noches de verano, así que, ¡vamos al meollo!
Primero, cualquier cámara medianamente decente y que podamos controlar de forma manual nos servirá para capturar la vía láctea. Por el momento y hasta donde yo sé, no es posible hacer este tipo de fotos con un móvil.
Lo segundo pero no por ello menos importante, un trípode.
Y ya está. No necesitaremos más material para poder fotografiar la Vía Láctea, pero si queremos darle un toque más profesional y, como en nuestro caso, captar algún objeto cercano iluminado, obviamente, necesitaríamos una fuente de luz. Tened en cuenta que sin la ayuda de un flash, no podríamos haber capturado este bonito tajinaste a todo color. Sin un flash, el tajinaste habría quedado oscuro, probablemente sólo habríamos podido ver su silueta.
El flash que yo utilizo es un Yongnuo 565 EX. Yongnuo es una marca muy económica y para mi, personalmente, muy buena opción para cualquier tipo de fotografía sin necesidad de gastarse un dineral.
Utilizo también unos disparadores inalámbricos de la misma marca, unos Yongnuo RF-603, de los que me sirvo para poder disparar el flash manualmente, separado de la cámara, lo que me da la capacidad de variar el ángulo de la luz a mi antojo.
Configurar la cámara
Vamos a la chicha.
Pensemos: necesitamos captar toda la luz posible del entorno, por lo tanto, los parámetros con los que configuraremos la cámara para esta tarea serán ISOs altos, diafragma abierto y largas exposiciones, nos moveremos en torno a los 20-30 segundos. Por lo tanto:
– Situamos el ISO en una cifra cercana al menos a los 2000 o 2500.
– Diafragma, todo lo abierto que podamos. Si llegásemos a los f2.8, al menos, sería fantástico, si nuestro objetivo no permite una apertura así, nos conformaremos con la máxima que nos permita.
– En cuanto a la velocidad de obturación, hay que tener en cuenta la distancia focal de nuestro objetivo, es decir, si es un 14mm, un 16mm , un 24, 35, 50… A mayor distancia focal, la velocidad de obturación debería ser menor, pues el “zoom” es mayor, lo cual hace que se aprecie más fácilmente el movimiento aparente de las estrellas en el cielo, es decir, veríamos las estrellas como pequeñas estelas de luz en vez de como puntos.
Para saber cuánto tiempo como máximo podemos mantener abierto el obturador, existen algunas reglas, como la famosa regla del 500. Esta regla es sencilla, consiste en dividir 500 entre la distancia focal de nuestro objetivo, el resultado que obtendremos será el tiempo en segundos a partir del cual las estrellas dejarán de verse como puntos.
Por ejemplo:
500/15mm = 33’3 segundos
500/80mm = 6,25 segundos
Aquí podemos comparar, y vemos cómo para captar la vía láctea, sería conveniente utilizar objetivos muy abiertos, del tipo “ojo de pez”. En nuestro caso, usamos un 15mm, de esta manera podemos mantener el obturador abierto más tiempo, con lo que captamos más luz, y además, la amplitud de la imagen es mayor, tenemos espacio suficiente para encuadrar perfectamente buena parte del cielo y de la tierra.
Algunas consideraciones
Ya sabríamos cómo hacer una buena foto de la vía láctea, no tiene más secretos, pero sí habría que tener en cuenta algunos detalles que no hemos mencionado.
- ¡Ojo con la Luna! Trataremos de buscar una noche sin luna, o al menos que esté en una fase en la que no ilumine mucho.
- ¿A dónde enfocamos si no hay luces alrededor? Bueno, si nuestra cámara tiene zoom digital, es un buen momento para usarlo. Lo ideal es ampliar una zona concreta en nuestra pantalla donde intuyamos que pueda aparecer alguna estrella muy brillante y mover el anillo de enfoque, siempre en manual, hasta que el punto aparezca lo más nítido posible.
- Si por el contrario, queremos enfocar a un objeto cercano, utiliza una linterna de manera provisional para ver bien el objeto que enfocas. Si la luz de nuestra linterna no ilumina el objeto porque éste se encuentra un poco alejado, tendríamos que utilizar otro tipo de herramientas. En estos casos, suele ser muy apropiado el uso de un buen láser. Podéis encontrar algunos de este tipo, que nos resuelven la papeleta bastante bien: Láser astronómico.
Con este tipo de láser además, podréis hacer cositas como esta:
¡Nos vemos en las redes!